lunes, 17 de septiembre de 2012

SOFOCLETO EN EL RECUERDO...

Publicado por Diario Voces on sep 17th, 2012.
SE FUERON EN SILENCIO, 3
POR: Willian Gallegos Arévalo

Luis Felipe Angell de Lama (Sofocleto), fue un extraordinario humorista. Desde los años cincuenta hasta la década del ochenta hizo sonreír a los peruanos que gustamos de la agudeza y del buen humor. Su pluma picaresca pasó por los diarios El Comercio, Correo, La República, Expreso y volvió nuevamente al decano. Su paso por el semanario Opinión Libre, un órgano de la derecha, en los años setenta, fue breve, pero siempre incidiendo en el humor político, donde fue un maestro, donde también fue muy duro e intolerante especialmente en contra de la gente de izquierda.
Las ediciones dominicales de los diarios Correo, Expreso y La República –cuando escribía en estos medios—le dedicaban las páginas centrales a sus simplonadas, donde destacaban las “Frases célebres” y las “Mentiras universales”, la foto parlante, expresadas con ese encanto natural en que nada parecía forzado. Y, por supuesto, los célebres sinlogismos, en donde destacan “algunos escritores se agotan antes que sus libros”, “El peligro de los analfabetos está en que comiencen a escribir”. El político al que le ponía una chapa, ya no podía desprenderse de él. Sus “puntos” fueron: Belaunde, Cornejo, Landázuri, Cornejo, Chirinos Soto, el ministro Artola, Javier Campos Montoya (el jefe de la ex PIP). El ´popular´ Javicho fue uno de sus personajes dominicales, a quien le hacía presentar el Informe PIP.
Su famosa columna “Sofocleto en dos columnas”, hizo la delicia de los lectores. En ella tocaba los temas cotidianos en donde, muchas veces, mencionaba a figuras del deporte, como Perico León y Pitín Zegarra. Para la generación que la leyó fue una especie de terapia para superar esos problemas cotidianos. Y sobre las ´mentiras universales´, me quedo con esta: “No te preocupes, Martínez, tu caso ya lo está viendo el Ministro, y en cualquier momento te doy buenas noticias”. Tenía una sección de las expresiones referidas a esas frases que parecieran ser dichas por personas aparentemente inocentonas; por ejemplo: “Disculpe, señor Pérez, todavía no entiendo por qué me ha citado a su cuarto si ya son las doce de la noche”.
Las frases que les atribuía a los personajes de la época son de antología. Durante la primera fase de la dictadura militar causó furor la llegada a Lima de la película “Decamerón”, de Pier Paolo Pasolini, y la Iglesia la declaró inmoral. Eran los tiempos del cardenal Juan Landázuri Ricketts, arzobispo primado del Perú. La noche de la exhibición de la película en el cine Roma, ante una platea llena, se prohibió su estreno por orden del gobierno. Fue un escándalo. Y justo para que Sofocleto pusiera en boca de Landázuri la frase célebre: “A los cristianos les digo que la película Decamerón es inmoral, obscena, morbosa, pecaminosa y no apta para todo buen cristiano, y se los digo yo, que lo vi siete veces”.
A pesar de ese humor incisivo del que hizo gala, Luis Felipe Angell de Lama tuvo enconos terribles. Nunca le perdonó a Velasco Alvarado, de quien tenía mala opinión y lo dejó escrito. Al parecer, no le simpatiza Enrique Chirinos Soto (Chirinos Poto), del que ya hablamos, aunque más directo y fuerte fue su diferencia con Héctor Cornejo Chávez (Corneto). Pero, de manera general, sus enfrentamientos los dio contra la izquierda, y en cierta oportunidad, comentó con ferocidad y casi con grosería un artículo de José Adolph (ya fallecido), recibiendo de éste una soberbia réplica, dada con nivel y elegancia. Y para terminar, diremos que Sofocleto fue considerado un genio del humor. Su capacidad fue extraordinaria, siendo además, un hombre muy culto. A la conocida frase de Blas Pascal, la cambió por: “Amo, luego insisto”. (Final).

domingo, 27 de mayo de 2012

SOFOCLETO Y EL DOMINICAL DEL DIARIO EL COMERCIO, DECANO DE LA PRENSA PERUANA

LOS 55 AÑOS DE EL DOMINICAL
Por Jorge Moreno Matos


"Él no piensa en faldas ni en jaranas -le explicó mi tío Lucho-. Es un intelectual. Ha publicado un cuento en el Dominical de "El Comercio".
MARIO VARGAS LLOSA
La Tía Julia y el escribidor

Tres años antes de este diálogo, que Mario Vargas Llosa inserta en una de sus más conocidas novelas, apareció el primer número de El Dominical de El Comercio y, como revela el mismo, el suplemento del decano ya se había hecho de una reputación y un prestigio que servía de consagración o carta de presentación a quien escribiese en él. Publicar en El Dominical era entonces, hace 55 años, y lo sigue siendo todavía, el reconocimiento público como intelectual para algunos y la consagración como escritor para otros. Algo que no debiera extrañar a propios y extraños porque es en este suplemento, a lo largo de su historia, donde se han dado a conocer jóvenes escritores, intelectuales en ciernes y artistas que con el tiempo han dado lustre a las letras y artes nacionales.
El doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias, quien fue su director durante décadas y estableció las líneas generales del suplemento, recuerda, por ejemplo, que el primer trabajo que publicó Vargas Llosa en él, a los 19 años, fue un "estupendo reportaje" a José María Arguedas (el 4 de setiembre de 1955). Y también que fue El Dominical el que aceptó la primera colaboración para un diario del recordado Sofocleto, Luis Felipe Angell, luego de ser rechazado en otros. "Una cosa formidable", rememora.
SOFOCLETO
"Te lo voy a publicar. Y es más, te lo voy a pagar", le dijo para asombro del escritor y humorista, estableciendo de ese modo una fluida colaboración de años que haría decir a Honorio Delgado que en El Dominical cada día se escribía mejor. No extraña entonces que existiera una demanda enorme por escribir en él y que fuera el propio doctor Miró Quesada quien seleccionaba, secundado por Héctor López Martínez o Manuel Jesús Orbegozo, qué se publicaba y qué no tratando de no ofender a las personas y manteniendo a la vez la calidad del suplemento.
Cuando apareció su primer número, el 29 de marzo de 1953, hacía ocho años que había concluido la Segunda Guerra Mundial y los problemas de papel, que durante la contienda habían obligado al decano a reducir las páginas culturales dominicales de ocho a dos, habían desaparecido, abriendo la posibilidad de dedicar un suplemento completo a temas de arte y cultura, que era una idea que ya se venía acariciando desde hacía tiempo entre los directores del diario. Cuando se concretó el proyecto, el doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias asumió casi por casualidad la dirección del suplemento, sin sospechar que se quedaría casi cuatro décadas al frente del mismo. "El lema -cuenta- desde el principio fue: Para todos los gustos. Había política, economía, literatura, historia, geografía, filosofía". Con el tiempo haría su aparición en sus páginas el Super Cholo, la versión peruana de Superman, una historieta elaborada sobre conceptos y valores peruanistas, y de la cual hay en marcha un proyecto para su versión fílmica.
Sería larga de enumerar la lista de escritores, historiadores, filósofos, hombres de ciencia o intelectuales que han escrito en su páginas. En 1989, cuando El Comercio cumplió 150 años, el diario publicó, para conmemorar la efeméride, un suplemento especial de 108 páginas y El Dominical, que no quiso quedarse a la zaga en tan magna fecha, hizo lo propio. Durante seis meses, en una labor de arqueología periodística que no se ha vuelto a repetir, hurgó en sus ediciones pasadas y seleccionó, para una edición de antología que se publicó el 7 de mayo de 1989, treinta y tres artículos publicados en sus páginas por intelectuales de la talla de Raúl Porras, Jorge Basadre, Víctor Andrés Belaunde, Carlos Cueto Fernandini, Mariano Iberico, Honorio Delgado, Ventura García Calderón, José León Barandiarán, Augusto y Sebastián Salazar Bondy, y Oscar Miró Quesada de la Guerra, Racso, entre los nacionales; y de Azorín, Bertrand Russell, Ortega y Gasset, Albert Camus, Arnold Toynbee y Alfonso Reyes, entre los extranjeros. Una pequeña y selecta muestra que da una idea aproximada de lo que atesora la colección de El Dominical.
Cuando Francisco Miró Quesada, por motivo de estudio o trabajo, se ausentó en ocasiones del país, la dirección de El Dominical recayó en manos de Luis Miró Quesada Garland, 'Cartucho', un reconocido arquitecto de gran sensibilidad artística que permitió que la calidad del suplemento no declinase, imprimiéndole su propia personalidad. Al retorno del primero de ellos, la dirección corrió alternada entre uno y otro cada año, hasta que 'Cartucho' se dedicó completamente a su profesión dejando exclusivamente la dirección de El Dominical al segundo.
A inicios de los 90, cuando el doctor Miró Quesada dejó la dirección del suplemento, El Dominical decayó notoriamente, al punto de arriesgar un prestigio ganado a pulso durante largos años. Entró en una etapa de altibajos y reestructuraciones en las que la más visible fue la eliminación del comentario político de sus páginas y la inclusión de nuevas secciones, para convertirlo en magazín, que nunca terminaron de convencer a sus lectores. Con el tiempo se retomó el espíritu original del suplemento, el de esencialmente cultural, lo que le ha permitido volver a ser considerado el suplemento cultural más importante del periodismo peruano.
Hoy mismo, cuando se publican los 'monográficos', tan entusiastamente recibidos por el público, no hace sino seguir una tradición que viene de lejos. Ahí están para confirmarlo los números especiales dedicados al cincuentenario de la muerte de Ortega y Gasset, en mayo de 1983, o el del centenario de Racso, en julio de 1984; o el número extraordinario dedicado al sesquicentenario de la independencia nacional en julio de 1971, entre muchos otros más consagrados a acontecimientos nacionales y mundiales, avances científicos, corrientes artísticas o filosóficas, descubrimientos geográficos, etc., cumpliendo de ese modo el ideal expresado en su primer editorial: "La cultura, libremente creada y expresada, es uno de los factores fundamentales en la formación de los pueblos".

TESTIMONIO DE ABELARDO OQUENDO

"Hace medio siglo había muy pocos diarios entre nosotros, pero su ética profesional y su impacto en la opinión eran mucho mayores. También el papel cultural que cumplían. Una buena muestra de esto último es el Suplemento Dominical de El Comercio. En los años 50 era un punto de referencia obligado para los interesados en la cultura y su actualidad. En las páginas del Dominical se difundía la creación literaria, artística e intelectual, se comentaban los libros nacionales y los más importantes de los que llegaban a nuestras librerías. Hace medio siglo nuestro movimiento cultural era más pequeño que ahora pero la atención que recibía de la prensa era más grande. Hoy se han multiplicado las universidades, los centros culturales, la actividad editorial, teatral, cinematográfica, artística en general sin que nuestro periodismo cultural haya crecido. Proporcionalmente ha decrecido. El Dominical, por ventura, persiste. Ha tenido momentos mejores y peores, pero en todos ellos ha sido alentador que El Comercio mantenga ese reducto que en estos tiempos y aquí resulta más bien un ave rara".

EL PERIODISMO CULTURAL EN EL PERÚ

El periodismo cultural, en sentido estricto, casi ha desaparecido por completo del diarismo nacional. Como en tiempos de guerra, se ha reducido a una o dos páginas en la prensa y ha encontrado un refugio, para sobrevivir a estos tiempos de barbarie cultural, en publicaciones mensuales especializadas al igual que en el pasado. Es en ese sentido, como afirma Abelardo Oquendo, quien fue jefe de su sección literaria en los primeros años del suplemento, que El Dominical constituye un 'rara avis'.
Porque revistas como Amaru, Mar del Sur, Letras Peruanas, Hueso Húmero, Las Moradas, Cultura y Pueblo, Cultura Peruana, por mencionar las más emblemáticas del periodismo cultural peruano, son precisamente eso, revistas, y no propiamente suplementos de un diario o periódico como lo es El Dominical. Para igualar las cosas habría que mencionar publicaciones de la calidad de Hipocampo, de la desaparecida La Crónica, que alcanzó apenas 48 ediciones, o sea que no llegó a cumplir el año. O Canto Rodado, del mismo diario, que no alcanzó a llegar al número 30. O el suplemento Artes&Letras, del fugaz diario El Mundo, que tuvo la misma efímera existencia del diario.
Pero si hay un suplemento que merece ser mencionado, ese es El Caballo Rojo, del desaparecido diario Marka, antes de que se convirtiera en el pasquín que terminó siendo. El suplemento que ideó y dirigió el poeta Antonio Cisneros a lo largo de casi tres años no ha tenido hasta ahora un digno continuador, menos aún uno que lo supere. Solo El Dominical pervive, tras 55 años, como la publicación cultural más longeva y acreditada del periodismo cultural peruano.

lunes, 12 de abril de 2010

HOY SOFOCLETO -LUIS FELIPE ANGELL DE LAMA- CUMPLIRIA 84 AÑOS SI VIVIERA...

Un día como hoy, de hace 84 años nació -en Paita, Piura- Luis Felipe Angell de Lama, Sofocleto, fallecido el 18 de marzo del 2004 en la Clíníca Ricardo Palma, en Lima.
Sofocleto nació a las cinco de la madrugada del 12 de abril de 1926 y vivió en el puerto hasta los cuatros años de edad. Su familia se trasladó a Lima, pero el creador de los sinlogismos nunca olvido su tierra natal.
Luis Felipe, como gustaba que lo llamarán, exhaló el suspiro del adiós, cuando le faltaba casi un mes para cumplir los 78 años de edad y se aprestaba a celebrarlos en Paita, ciudad que ha perennizado su memoria con el Parque Sofocleto.
El parque que recuerda a Luis Felipe Angell de Lama, Hijo Predilecto de Paita, se inuaguró el 12 de abril del 2003. Lo construyó el alcalde Walter Wong. El busto lo donó el Centro Federado de Periodistas de Piura que presidía el ingeniero Raúl Fernando Moscol León.
En Piura, recordando su  memoria, hoy -a las siete de la noche- se oficiará una misa, en la Iglesia San Sebastián,  por el eterno descanso de su alma.

domingo, 28 de marzo de 2010

LOS CONCHUDOS

 
Los conchudos es el nombre del tomo II de la Enciclopedia de la conducta humana que escribió SOFOCLETO. El tomo I hizo célebres a Los cojudos.
Luis Felipe, en este libro hace un análisis del carácter y personalidad de la concha y explica el por qué a Lima se le conoce como  "La ciudad de los reyes". La respuesta es:  porque habitan los reyes de la concha.
Establece, también, una escala categórica de conchudos, a saber:
1. Los que tienen concha y no tienen corazón.
2. Los que tienen corazón y tienen concha.
3. Los que tienen más concha que corazón.
4. Los que tienen más corazón que concha.
5. Los que tienen corazón y no tienen concha.
6. Los que yo tienen concha ni corazón
Son conchudos, a decir de don Sofo:

El que llega aun velorio y pasa directamente a chupar.

El que se ocupa en el único baño por horas.

El que se hace servir, porque tiene una afección
 al esfuerzo físico.

El que pide la palabra y no deja hablar al orador.

El que la da la espalda al mozo en el momento preciso.

El que abandona a la suegra por bajar a la niña que lo puede hacer sola.

 
El que no puede hacer esfuerzo, pues le espera una jarana hasta las cinco de la mañana

 .
El que no tiene hora para levantarse.

El vecino de arriba que reclama cuando uno está en lo mejor de su jarana.

El conchudo es más feliz cuando está en familia.

viernes, 26 de marzo de 2010

PRIMER FESTIVAL DEL HUMORISMO

En los inicios de la década del sesenta, Luis Felipe Angell de Lama, SOFOCLETO, reunió en el Primer Festival del Humorismo los mejores temas de los cultores de este género. Seleccionó y publicó en tres tomos, poemas y narraciones festivas de los más destacados escritores de la época, para Ediciones Nueva Tierra que dirigía Rafael Humberto Gaviria.

El libro primero -Antología del humor universal- contiene El diario íntimo de Eva de Mark Twain y El famoso cohete de Oscar Wilde. También Wenceslao Fernando Flores escribe Historias del tranvía y Enrique Jardiel Poncela nos dice que "Lo peor que hay en el mundo son los hombres y las mujeres". Finalmente. G.K. Chestertonc revela Las ventajas de no tener más de una pierna y Noel Coward nos regala una comedia en dos escenas: El influjo de la temperatura.

El humorismo peruano es el título del libro segundo. El poema satírico de Felipe Pardo y Aliaga: La Constituciónn política abre este compendio. Seguidanente Manuel Asencio Segura cuenta las aventuras de Peli-muerto en La Peli-muertada, epopeya de última moda. El creador de las Tradiciones Peruanas, Ricardo Palma Soriano evoca a La llorona del Viernes Santo.

Ramón Rojas y Cañas, Manuel Atanasio Fuentes y José Arnaldo Márquez escriben Museo de limeñadas (Porquerías y adefesios), Catecismo para el pueblo (El gobierno de la libertad) y  La expiación de Virgilio, respectivamente.
También esta antología contiene La zamacueca de Ego Polobio; La verdadera candidez de Juan de Arona; La manta de Abelardo H. Gamarra; Los gallinazos de Federico Elguera y el poema Mandolinata de Leonidas Yeroví.

El libro tercero: Humoristas peruanos contemporáneos solo hay inspiraciones de tres escritores: Luis Rey de Castro, Héctor Velarde y Sofocleto, a quien los editores lo incluyeron porque "su presencia es imprescindible en una antología del humor peruano". El antólogo no había incluido ningún trabajo suyo.
Decadencia del asno, Nomenclatura y El hombre que dejo su saco (Sueño de una noche de verano) son escritos de Luis Rey de Castro. Velarde nos deleita con dos relatos: Forum-chocolate y La educación de Billy y Willy.
Cierra el último tomo del Primer Festival del Humorismo, Sofocleto -Luis Felipe Angell de Lama- con: Hacía una filosofía universal del gato; Las guerras médicas; Inyección intramuscular; Sinlogismos; Peines, navajitas y pan con huevo;Tras la cortina de nylon: los negros y Crónicas de un viaje:Suecia.  

domingo, 21 de marzo de 2010

LA IGNORANCIA Y LOS MAESTROS

Por: LUIS FELIPE ANGELL DE LAMA
Hace apenas cuatro días asistí, en calidad de invitado (junto con personalidades de distintos matices: Nuestra inmortal Jesús Vásquez, “Reina y Señora de la Canción Peruana” como se le conoció y reconoció, desde hace muchos años, hasta hoy; el extraordinario Oscar Avilés, “La primera guitarra peruana” tal cual lo viene siendo desde hará unos cincuenta años; mi otro excepcional amigo, Alberto Ísola, que sigue promoviendo heroicamente el Teatro Nacional, y el suscrito “que habla”, como se decía aquí, en el año de la Pera.

Según sabemos, los maestros peruanos están agrupados en una importante y poderosa asociación pedagógica que bien puede movilizar alrededor de doscientas mil personal (la mayoría profesores) asociados al eterno problema de la Enseñanza en su eterna lucha contra la Ignorancia Oficial que, con tanto éxito, viene desembarazando la Instrucción en el Perú. Se debió la gentileza de esta invitación a la Asociación Nacional de Cesantes y Jubilados de Educación “ANCIJE” que preside actualmente el doctor Jaime Cuadros y que realizó con una maestría extraordinaria los festejos de su Institución en el 55 Aniversario de haber sido fundada.

Fue una celebración magnífica, perfecta y emocionante; conocimos de muy cerca el dramático problema de quienes consagraron sus vidas a la enseñanza y que, al final, aprendieron, más bien, cómo se proyecta y se realiza el analfabetismo peruano desde los influyentes niveles de lo que se denomina “Ministerio de Educación” sin que allí se educe nada a nadie. A los lectores les sorprenderá saber que nuestro país cuenta o descuenta de sus estadísticas algo así como 200,000 damnificados en todo el Perú, debido a la incompetencia y la ignorancia de quienes pretenden acabar con el analfabetismos peruano o disminuir el número de quienes actualmente ocupan importantes cargos vinculados al “desasnaje” de nuestros paisanos.

Este es, desde luego, una lucha de razones contra sordera y la experiencia de muchos años nos hace entender, cada día más y mejor, que aquí ni los maestros pueden enseñar ni los cachancanes administrativos aprender.

Fue una fiesta hermosa, cargadas de matices y demostrando la formidable solidaridad que une a los maestros entre ellos. Me encontré con maestros hasta de ochenta y cinco años, con una lucidez que ya quisieran muchísimos personajes perfectamente bien instalados en los cargos desde donde “educan” (Ni siquiera “instruyen”) al país entero. Esta ceremonia fue, para mí, algo muy específico y, si se quiere, íntimo, por cuanto a que mi vida siempre estuvo asociada con la Instrucción del país, única forma de sacar a nuestro pueblo del pantano donde se encuentra ahora, mientras otros países ya nos llevan delanteras inalcanzables. Como señalé ese día, cuando me ofrecieron generosamente el uso de la palabra, yo inicié mi instrucción desde apenas los cuatro años y medio, en un Kindergarten inaugurado por el Presidente Leguía en la tercera cuadra de la Avenida Arequipa (hasta hoy se conserva la capilla donde nos dictaban las primeras clases de la vida). Para mí sólo tenía el inconveniente de que todos mis compañeritos, hombres y mujeres, eran ciegos. Por problemas familiares que no vale la pena señalar, mis padres tuvieron que inscribirme allí, donde cursé, digamos, el Kindergarten y el primer año de Primaria. Aunque parezca una exageración asumí el cargo anónimo de “asesor” de mis compañeritos y les hacía muchas veces los “deberes”. Tan hermosa experiencia me duró toda la vida, hasta hoy, creándome algo así como una necesidad vital de ayudar a mis compañeros y a convertirme yo mismo en una especie de profesor anónimo. Esto lo hice toda la vida. Y cuando bastantes años después, mis actividades universitarias me llevaron en dos o tres oportunidades a la cárcel (No a la Comisaría, de donde uno salía por diez soles sino a la cárcel, propiamente dicho). A los estudiantes universitarios se nos enviaba a Lurigancho, sin ninguna prerrogativa especial y, en mi caso, la intuición me hizo hablar con un oficial a quien le dije que entre mis compañeros y yo podíamos hacer algo así como una pequeña escuela para ayudar los presos analfabetos en la lectura y escritura de nuestro idioma.

Aquello fue un éxito descomunal. El día anterior habían caído en garras de la policía dos camiones cargados de madera robada. Esa madera fue casi instantáneamente transformada (hay muchos carpinteros en el Lurigancho) resolviéndose que sí, necesitábamos un colegio de primaria para los analfabetos y, al día siguiente yo ya tenía local, tiza, asientos, pizarra, borrador y hasta unos cuadernos que vaya usted a saber de dónde salieron. Nuestra escuela duró los sesenta días que estuvimos presos los estudiantes y, ante la protesta de los demás presos “porque les quitábamos a su profesores” organizamos una reunión y escogimos un grupo muy entusiasta de presos, dispuestos a ofrecer sus conocimientos a los colegas. En los últimos días ya teníamos cajas de tizas y de libros, blocks de papel rayado para hacer los “deberes, borradores de madera, asientos, sillas y –cosa extraña- reparto general de fruta entre los “maestros”.

Cuando salimos yo traía dentro del alma una lección que jamás me abandonaría en todo lo concerniente a los seres humanos imposibilitados de surgir por sus conocimientos en las duras clases de la vida. Esto me sirvió como una brújula para siempre y, a la fecha, no son pocas las situaciones en que he puesto, modestamente, el hombro para ayudar al prójimo con la instrucción. Llegué a organizar una pequeña escuelita en el fondo de la selva, que llegó a tener como cuarenta alumnos, que comenzaban desde la letra “A” en el alfabeto universal y que, con el correr de los años, nos dio la satisfacción de encontrar un cacique completamente apto en los niveles de hablar y escribir el castellano. De allí hacia delante, la vida me ha sonreído en estos menesteres. No he vuelto a la cárcel todavía (aunque nunca debemos decir “de esta agua no beberé”) pero sí he logrado motivar a varios capos legítimos para salir adelante no con la chaveta sino con la cartilla. El niño no nace con el delito en el alma. Es la sociedad, mal constituida, la que lo hace abrir otras puertas y andar por otros caminos. Creo que los maestros son la más grande expresión de la solidaridad humana y que todos ellos deben recibir en forma unánime el apoyo de todo el país. A mí me apena ver cómo pasa el tiempo –hasta hacérsenos inalcanzable- a quienes vemos el problema con toda su transparencia y gravedad. No soy yo quién para darle orientaciones al Ministerio de Educación (Que debía ser de Instrucción Pública) pero sí creo que los maestros.-como decían y hacían los griegos de hace tres mil años- “deben enseñar hasta la muerte”.

El maestro ha encontrado las llaves para tramontar la enseñanza. Es ridículo, por no decir miserable, que se “jubile” a los maestros, como no se hace ni se ha hecho en los países más importantes del mundo, porque es un verdadero crimen contra la sociedad. No será esta la última vez que, según me lo permita el tiempo, vayamos insistiendo en el tema de la Educación. No se trata, señores, de un problema económico o social. Se trata de algo sensacional como posibilidad para levantar a nuestra niñez y juventud. A Jesucristo no se le llamó “El Divino Maestro” por gusto. En Grecia los maestros trabajaron los días de sus vidas, porque en la enseñanza está siempre la vida que palpita. En Roma jamás se juzgó a un maestro y en Europa, por si no lo saben las autoridades que hoy “educan” en vez de “instruir”, al maestro nunca se le jubila –salvo que él lo pida- y, como yo estuve tres veces en África, hace muchos años, en las incipientes tribus de ese entonces las tribus tenían tres hombres intocables. El rey o Jefe, el soldado y el maestro es algo tan importante como la vida. Repito: Estoy escribiendo a trancos largos porque así lo disponen mis circunstancias de estos días, pero quiero puntualizar que a partir de la fecha estaré en campaña nuevamente para defender a quien enseña, para ver si las autoridades aprenden. Cosa que es difícil, pero no imposible. El maestro es un soldado contra la Ignorancia. Tenemos en el Perú alrededor de doscientos mil soldados –muchísimos jubilados por la fuerza- quienes, sin otras armas que una pluma y un papel, pueden ganarle cualquier guerra a la ignorancia. Y los ignorantes, desde luego.

Quien arremete a un maestro se suicida ante sí mismo.

Domingo, 24 agosto 2003

miércoles, 17 de marzo de 2010

SOFOCLETO GANO EN 1958 EL PREMIO NACIONAL DE LITERATURA JOSE MEJIA BACA

SOFOCLETO, ¿ESCRIBIO LOS PENDEJOS?

LOS PRIMEROS SINLOGISMOS DE SOFOCLETO

EN SIETE DIAS LUIS FELIPE ANGELL, SOFOCLETO, ESCRIBIO LA TIERRA PROMETIDA

LA TIERRA PROMETIDA, 2da. edición

EL CHINO FLASICO

SAN CAMILO, 2da. edición

¿COMO FUGO SOFOCLETO DE SAN CAMILO?

SAN CAMILO, 1era. edición

SOFOCLETO EN DOS COLUMNAS, 2da. edición

JOSE MARIA ARGUEDAS ARMA POLEMICA POR TIERRA PROMETIDA DE SOFOCLETO

LA TIERRA PROMETIDA, 1era.edición

HACE 6 AÑOS NOS DEJO EL GRAN LUIS FELIPE ANGELL DE LAMA, SOFOCLETO